A propósito del artículo "Outrage over Hiring a White Woman as African Art Curator Misunderstands Expertise" 2/3
El artículo trata un tema peliagudo que me ha tenido alerta desde el principio de nuestras andanzas por África: hay que hacerlo muy bien, es fundamental estar completamente liberadas de cualquier postura colonialista. No pretender pertenecer a la negritud o a áfrica y estar preparadas para aceptar todas las críticas porque en el mundo mundial seguimos estando en la situación privilegiada de ser blancas, de que en general se nos haga más caso o se nos acepte más porque pertenecemos a lo que erróneamente se ha considerado lo bueno. No podemos, además, concedernos el privilegio de victimizarnos: la historia nos ha puesto injustamente en la zona de los vencedores y no hemos experimentado en nuestras carnes el racismo. Nadie nos va a mirar con superioridad o compasión o diferencia en occidente: ese trago lo tenemos superado. La gente negra no, aunque parezca mentira, aunque haya estadounidenses negros que llevan generaciones enteras en américa, el racismo sigue vigente.
Entiendo que haya levantado ampollas el asunto: si un hombre curador fuera director de arte feminista, sin duda mi primera reacción sería considerarlo muy inapropiado, injusto, heteropatriarcal, incluso antinatural. Ahora, si ese comisario fuera realmente un experto en arte feminista, si con su trabajo demostrase profundidad, entendimiento, respeto y difundiera desde su lugar el arte de las mujeres, le aceptaría: vería como mujer que está en mi bando.
Por eso creo que el texto que hicimos de No Return es tan apropiado. Queremos activamente (a través de lo que nos gusta y conocemos mejor) derrocar el racismo: entender que tenemos bagajes diferentes y que ha llegado el momento de dar voz a quienes han estado silenciados siempre y que, sin embargo, tienen tanto que decir.
Inés Muñozcano